Así es la iguana rosada, el lagarto endémico de las islas Galápagos que está en peligro de extinción

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Originaria del volcán Wolf, la iguana rosada de las Galápagos está en peligro crítico de extinción por las erupciones y las especies introducidas a su hábitat

Las islas Galápagos son un archipiélago conocido por su diversidad biológica. En ellas, el naturalista británico, Charles Darwin, realizó observaciones que le ayudaron a establecer su teoría de la evolución. De igual manera, otro aspecto que pone sobre el mapa a la zona mencionada es el número de especies endémicas. Ejemplo de lo anterior es la iguana rosada, que figura como uno de los animales propios de la región que más ha llamado la atención de los científicos.

La especie se documentó por primera vez en 1986, durante una expedición al volcán Wolf, hecha por tres guardaparques del Parque Nacional Galápagos. Sin embargo, en aquella ocasión no hubo oportunidad de precisar una descripción del animal. Pese a ello, Cruz Márquez, miembro de la excursión, no dejó pasar el evento, pues regresó a buscar a la iguana rosada.

Para identificar y estudiar a la especie, en el año 2000, Cruz Márquez buscó el apoyo de Gabriele Gentile, investigador italiano que estaba dando comienzo a un proyecto encaminado a conocer la diversidad genética de las iguanas de Galápagos. Luego de varios estudios durante la primera década del siglo XXI, Márquez y Gentile lograron llegar a una descripción del reptil, el cual se catalogó como nueva especie en 2009.

El animal que se “escondió” de Darwin

El nombre científico de la iguana rosada es Conolophus marthae. Hasta el momento, este animal ha sido visto únicamente en el volcán Wolf, pico más alto de la isla Isabela. El reptil pertenece a la familia Iguanidae y al género Conolophus, mismo que está compuesto por tres especies (todas originarias de Galápagos).

Cuando la iguana rosada nace, es verde. Con el paso del tiempo, empieza a adquirir su color distintivo. Morfológicamente, resulta muy similar a la iguana terrestre de Galápagos. Ambas son ejemplos claros de la composición anatómica de los saurios. A pesar de esto, la mayor diferencia entre estas especies es la coloración y la estructura de la cresta.

De acuerdo con Galapagos Conservation Trust, la iguana rosada posee una cabeza corta y fuertes patas traseras con afiladas garras. Es un animal principalmente herbívoro, ya que la mayor parte de su alimentación se basa en hojas y diversos frutos. La misma fuente especifica que el color rosado se debe a la falta de pigmento, lo que hace que la sangre se aprecie a través de la piel.

Amenazas de la iguana rosada

De acuerdo con la clasificación que lleva la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), la iguana rosada se encuentra en peligro crítico de extinción. Las amenazas que han llevado a la especie a esta posición son varias. Por una parte, están los depredadores, quienes suelen ser ratas, fauna introducida (principalmente gatos) y halcones. Además, las erupciones volcánicas y la competencia con la iguana terrestre ponen en riesgo la supervivencia de este reptil.

Afortunadamente, la Iniciativa Galápagos, movimiento que une los esfuerzos de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) y Galápagos Conservancy, se encuentra trabajando en estrategias para salvar a la iguana rosada. Una de los sucesos más recientes, en este marco, fue el hallazgo de varias crías a finales 2022. Esto implica un factor positivo, considerando que no se habían visto ejemplares jóvenes en años.


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