Rusia quiere reabrir el conducto de Yamal hacia Europa. Pero necesitamos un alto a la guerra y una compensación por los daños.

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Evidentemente, Rusia está harta de la guerra y también del aislamiento comercial. Moscú anuncia que está lista para reabrir el gasoducto de Yamal hacia Europa. Así lo dijo el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, en una entrevista con Tass, y agregó que, a pesar de la guerra, el mercado europeo sigue “abierto” para el GNL ruso y que en 11 meses de 2022 los suministros de gas natural licuado aumentaron a 19.400 millones de metros cúbicos, con una previsión de 21.000 millones para finales de año.

Sin embargo, Novak debe saber que no puedes causar desastres, como la agresión contra Ucrania, y luego ignorarlo. Tiene razón Kiev cuando sostiene que Putin y sus colaboradores deben darse cuenta del sufrimiento causado a ucranianos y europeos a partir de febrero, antes de pedir la vuelta a la normalidad. Y con respecto al gas, por supuesto debe aplicarse el precio tope votado, laboriosamente, por la UE.

Novak dice que todavía hay un déficit de gas en Europa, por lo que Moscú está listo para reanudar los suministros a través del gasoducto Yamal-Europa y está negociando un aumento de los suministros a través de Turquía después de la creación de un centro de gas en el país por parte de Erdogan.

“El mercado europeo sigue siendo relevante, observa Novak, porque el déficit de gas se mantiene y tenemos la capacidad de restaurar los suministros. Por ejemplo, el oleoducto Yamal-Europa, cerrado por motivos políticos, no se utiliza”. En este momento, escribe Tass, Rusia suministra gas a través de TurkStream, que actualmente está operando a plena capacidad, mientras que 42 millones de metros cúbicos de gas pasan por la ruta ucraniana todos los días, alrededor de un tercio del volumen de tránsito estipulado en el contrato. “Hoy, concluye Novak, podemos decir con certeza que existe una demanda de nuestro gas” por parte de los consumidores europeos, “por lo tanto, seguimos viendo a Europa como un mercado potencial para nuestros productos”.

La Unión Europea, e Italia en particular, se están preparando para seguir adelante sin el gas ruso. A pesar de elecciones difíciles como la terminal de regasificación de Piombino. Pero es obvio que el camino hacia la paz es el que hay que seguir. Pero haciendo que los que han causado daños y víctimas paguen un precio y haciendo que los tribunales determinen cuántos crímenes de guerra se han cometido realmente.

 


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