La acusada utilizaba redes sociales para ofrecer los servicios sexuales de las menores de edad captadas, que eran acompañados con fotografías.

“Luego de captar a las niñas, los antisociales les cambiaban su aspecto físico para luego prostituirlas. Cobraban la suma de 200 bolivianos por los servicios sexuales de las víctimas, a quienes les daban como retribución 50 bolivianos”, informó el jefe policial en conferencia de prensa.

El caso fue descubierto tras la desaparición de una menor de 13 años de edad, quien tras un operativo fue encontrada en un alojamiento de la zona de Villa Dolores de El Alto donde se evidenció que era víctima de explotación sexual.

“La víctima de 13 años habría abandonado su hogar porque había perdido el año. Se le ha hecho una valoración física y también en la que se ha constatado que existe desgarro vaginal”, informó Coca.

Similar operativo se realizó en un alojamiento de La Paz donde se evidenció que el administrador, dos de sus trabajadores de limpieza y la adolescente reclutaban a las víctimas.

“En el interior del alojamiento se encontraron a niñas de 12, 13 y 15 años, quienes eran prostituidas”, agregó Coca.