La mascota lleva seis días perdida. Tenía que abordar el último vuelo de BoA desde Tarija hacia Santa Cruz. La ATT abrió dos procesos contra la aerolínea.
“El quinto día (desde que se perdió su mascota) vi las cámaras de seguridad (del aeropuerto) y me percaté de que ellos se dieron cuenta de que mi gatito Tito no estaba (en el canil), fue a las 23:12 y yo despegué a las 23:40. Tuvieron 40 minutos para avisarme, pero prefirieron no retrasar su vuelo”, contó la joven en el programa Buena Noche de Opinión Bolivia.
Dijo que al llegar a Santa Cruz le devolvieron el canil vacío, y al no tener ninguna explicación del paradero del felino, denunció el caso en redes sociales.
Comentó que decidió volver a Tarija para buscar a Tito, pues su mascota le sirve de apoyo emocional, ya que sufre de crisis de ansiedad y ataques de pánico. La historia de la desaparición del felino se hizo viral, hay dos procesos abiertos en la ATT y se movilizó la DGAC y Naabol por instrucción del ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, quien afirmó que “tiene la esperanza de que el gatito Tito esté con vida”.
La aerolínea BoA, a través de un comunicado, ha pedido disculpas y dispuso que se realicen rastrillajes en los alrededores de la pista y en los diferentes ingresos de la terminal aeroportuaria.
Por su lado, Andrea ha ido todos los días al aeropuerto en busca de su querido Tito, de tres años de edad. “Estuve (este miércoles) desde las 6:30 de la mañana, di una vuelta completa, como todos los días. En la tarde me acompañaron cuatro voluntarios, pero no tengo ninguna señal de Tito”, comentó en conferencia de prensa a medios de comunicación en Tarija.
Andrea dijo que volvió de Irlanda para recoger a su mascota, que quedó a cargo de su hermano. Tenía previsto visitar Santa Cruz para poner a Tito el chip de identificación de mascotas y tramitar la documentación requerida para llevarlo a Europa. Comentó que los trámites deben realizarse con tres meses de anticipación.
Carteles con la imagen de Tito que circulan en redes sociales
“Para mí él lo es todo, yo no soy casada, no tengo hijos. Soy de una familia pequeña, somos mi mamá y mi hermano. Me prometieron (BoA) que iban a mandar un especialista, que lo encontraría en dos horas, que me lo entregarían el domingo a las 20:00, pero tampoco volví a saber de ese tema”, lamentó Andrea.
La joven comentó que en estos días ha sufrido crisis nerviosa, la última fue porque preguntó al azar a un funcionario que estaba en la pista de qué color era su gato y la respuesta del funcionario la dejó devastada: “blanco con amarillo”, le respondió el hombre. “El personal ni siquiera está informado de lo que están buscando”, lamentó.
Pese a que ya han pasado seis días de la desaparición de Tito, Andrea no pierde la esperanza de encontrar a su gato para continuar su viaje a Europa el próximo año.