Cuba registró en 2022 una baja de la producción eléctrica «a niveles nunca antes vistos», dijo el lunes el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy.
Los días más críticos siguieron al apagón generalizado registrado la noche del 27 septiembre, tras el paso del huracán Ian por las provincias del occidente de la isla.
En la primera quincena de octubre la disponibilidad eléctrica llegó «a niveles nunca antes vistos, alcanzando solo el 37,9%» de la capacidad total de producción eléctrica instalada en Cuba, dijo el ministro al informar en sesión ordinaria de la Asamblea Nacional de Poder Popular.
El ciclón fue el colofón de una serie de dificultades. Primero se presentaron averías en importantes hidroeléctricas, después un gran incendio en agosto arrasó cuatro megadepósitos en la más importante base de almacenamiento de combustible de Cuba. Todo esto situó «al parque de generación eléctrica en su peor condición», señaló De la O Levy.
En la primera quincena de octubre el nivel de afectación fue de 10 horas con 23 minutos de apagón promedio por usuario diario en el país, de 11,2 millones de habitantes.
Priorizando zonas residenciales, las autoridades tuvieron que reducir el abastecimiento energético al «resto de la economía, incluidos comercios, servicios y otras actividades vitales», dijo.
En noviembre este promedio disminuyó a seis horas y 37 minutos y actualmente se ubica en dos horas 23 minutos al día por hogar.
La falta de electricidad provocó en los primeros días de octubre inusuales protestas callejeras en varios barrios de La Habana y algunas provincias. Habían empezado a afectar desde 2021, cuando se convirtieron en uno de los motivos de las históricas marchas del 11 de julio de ese año.
Vicente de la O Levy explicó que Cuba requiere de 250 millones de dólares para la operación y mantenimiento de su sistema eléctrico.
Este sistema consta de ocho grandes termoeléctricas, generadores electrógenos, siete plantas flotantes que renta a Turquía y en menor medida unidades de energía solar y eólica.
El recrudecimiento del embargo económico impuesto por el gobierno de Donald Trump (2017-2021) provocó la «persecución de buques de combustible» que abastecen a Cuba, dijo el ministro.
Esta situación, que no ha sido modificada de manera sustancial por la administración de Joe Biden, ha obligado al gobierno cubano a «comprar combustible fuera de los esquemas tradicionales», añadió.
De esta manera, Cuba erogó en 2022 más de 1.700 millones de dólares «casi nueve veces más que en 2018», cuando destinó 195,9 millones de dólares, precisó.