Cambio climático siembra tristeza, hambre y sufrimiento en Cocapata

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Cocapata, la capital de la papa y de la crianza de ganado camélido, vive una situación crítica a causa de la sequía, las heladas y las nevadas intensas. La muerte de cientos de alpacas, llamas y ovejas dejó en vilo a por lo menos 1.466 familias, en cuyos rostros se dibuja la tristeza, el hambre y el sufrimiento.

La falta de lluvias, la escasez de agua para consumo y alimento conmueve en la comunidad de Putucuni, donde los productores de camélidos   batallan a diario para evitar la muerte de más animales.

Este es el caso de Emiliana Condori, una anciana que tomó la decisión de marcar con aguayos y lanas de colores a las llamas y alpacas que están débiles o a punto de morir para prestarles más atención.

La comunaria contó que en los últimos tres meses vio morir a por lo menos 30 animales de su rebaño, puesto que no hay pasto ni alimento suficiente en la región.

“Este año la sequía está terrible, el año pasado no era así, no había agua; ahora, más bien ya está lloviendo, aunque tarde. He perdido la mitad de mi rebaño, este lugar se ha vuelto seco, parece un desierto, no hay nada para dar de comer”, contó.

Condori relató que en la zona la gente y los animales toman el agua que baja de las quebradas. El caudal también se utiliza para el riego de cultivos de papa, pero ante el déficit del recurso hídrico en el sector, se vieron obligados a buscar el líquido vital en otros lugares.

En un recorrido realizado por Los Tiempos se constató que el ganado camélido se encuentra desnutrido, varias cabezas yacen en el suelo sin poder levantarse, mientras que el resto del rebaño se alimenta con pajonales secos.

El municipio de Cocapata está a 124 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, a cinco horas de viaje. La región destaca por contar con tres pisos ecológicos territoriales: altiplano, valles y trópico.

Esquila y migración

René Serrano, otro productor de camélidos, indicó que, si bien en los últimos días se registraron lluvias y una nevada, esto no va a solucionar el desastre que ocasionó la sequía, debido a que el ganado necesita pasto fresco y agua en óptimas condiciones para recuperarse.

“Cada familia ha perdido unas 20 a 15 cabezas, primero han muerto por la sequía y ahora por el frío, necesitamos que las autoridades nos ayuden con desparasitantes, forraje y algo para subsistir. En esta época nosotros esquilábamos la lana de las llamas, alpacas y ovejas, pero ahora con este clima no podemos hacer eso”, comentó.

Serrano señaló que algunos comunarios decidieron sacar la lana de los animales muertos para recuperar lo mínimo, porque extraer la carne no fue posible, debido a que podría ocasionar problemas de salud a la gente.

Ante la falta de ingresos, varios pobladores de las alturas de Cocapata decidieron migrar a Quillacollo y la ciudad de Cochabamba. El objetivo es reunir un poco de dinero trabajando como jornaleros para retornar, en los próximos meses, a sus comunidades con recursos para adquirir ganado y semillas para volver a sembrar papa, de acuerdo al testimonio de algunos dirigentes.

El representante de la  Subcentral Icari, Valerio Vicente,  precisó que en su región 14 comunidades fueron afectadas por el cambio climático. Esta situación complicará que las familias envíen a sus hijos a estudiar, debido a que la principal fuente de ingresos económicos son la agricultura y la ganadería.

Subrayó que la falta de lluvias no sólo retrasó la siembra del producto estrella de Cocapata en algunas comunidades, sino provocó que los agricultores pierdan todo su capital, porque la falta de agua ocasionó que las plantas se sequen o no se desarrollen adecuadamente, por lo que la cosecha será reducida.

Vicente informó que el único paliativo que recibieron del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras para mitigar los efectos de las heladas y la sequía es una dotación de abono, urea y fertilizantes.

“Estamos viviendo momentos tristes. La afectación es bastante en la región Icari, los productores han tenido que faenar a su ganado, se podría decir que hay más de un 80 por ciento de pérdida de la producción de papa”, lamentó.

Sobre las pérdidas de cultivos, los productores afirmaron que las plantas se echan a perder cuando después de una prolongada sequía se intenta regar o terminan desarrollando enfermedades.

“Con la lluvia se va a salvar algunas parcelas, pero la mayoría hay que volver a sembrar, porque por el sol las plantas se han secado y ya no sirven”, agregó Prima, otra comunaria.

El secretario general de la Alcaldía, Alejandro Quintana, señaló que los técnicos del Ejecutivo municipal levantaron datos de las afectaciones y se tramita la declaratoria de zona de desastre para gestionar la colaboración de otros niveles del Estado, porque la capacidad para atender a los afectados a nivel regional ya fue rebasada.

“Desde octubre hemos sufrido por la escasez de lluvias. Lamentablemente, nuestras lagunas y ríos se han ido secado, estamos agilizando nuestra declaratoria para de alguna manera ayudar a los productores, porque como municipio ya no tenemos presupuesto”, concluyó.

Las lagunas ya  acumulan agua

Varias lagunas y atajados que se encuentran en la cumbre del Parque Nacional Tunari  (PNT)comenzaron a acumular agua, tras las últimas lluvias registradas en pasados días. Esto provocó alegría en los comunarios. Esperan llenar las represas en toda su capacidad por precaución.

En algunos sectores, además de las lluvias, se reportó la caída de una intensa nevada. Este fenómeno no es usual en esta época del año, según los pobladores.

Alertaron que esto podría agravar la afectación de la sequía, porque  el aumento de las temperaturas provoca que las plantas se sequen más rápido.

DATOS

Hay 1.062 hectáreas de papa afectadas

En el altiplano más del 80 por ciento de los cultivos está perdido, mientras que en los valles el daño  supera el 50%.

Sube a 50 las comunidades afectadas

La mayoría de zonas afectadas es del área rural.  Los productores advierten que el precio de la carne de camélidos y papa podría aumentar.

Los fertilizantes cuestan hasta  Bs 700

Los agricultores piden a las autoridades adquirir fertilizantes para recuperar cultivos.

Comunidades ofrecen contraparte

Propuesta surge ante falta de fondos para área productiva.

OPINIONES

Este año ha sido terrible la sequía. Ya no sabemos qué dar de comer a los animales, las crías han muerto antes de nacer, hace días no había ni agua para tomar, todo estaba seco, parecía un desierto. Lo que estamos viviendo es muy triste. Emiliana Condori, comunaria

Antes la nevada sólo caía en junio y agosto, ahora antes de Navidad nos afecta. El tiempo ha cambiado mucho, el año pasado también nos faltó agua, pero ahora ha sido más crítico, no tenemos acceso a agua potable ni luz. René Serrano, productor

Por falta de lluvia y agua han empezado a morir las llamas y alpacas. Ahora con la nevada van a morir más, he perdido como 30 animales, no sé que voy a hacer, ya no tengo ganado, los cultivos de papa también se ha secado.  Prima, comunaria

Queremos que la Gobernación y el Gobierno nacional, a través de los ministerios, nos ayuden. Las familias están perdiendo su sustento y su única fuente de ingresos, no sé cómo van a hacer estudiar a sus niños. Valerio Vicente, dirigente de Icari

Mil animales perdieron la vida por falta de agua

El alcalde de Cocapata, Gabriel Rivas, informó que al menos mil  alpacas, llamas y ovejas murieron por falta de agua y alimento en 50 comunidades.

Comentó que se pedirá forraje al gobierno departamental y nacional para apoyar a las familias afectadas por la sequía.

El secretario general de la Alcaldía, Alejandro Quintana, detalló que por día cada familia pierde  entre dos y tres animales. Esta situación preocupa, ya que en algunas zonas los comunarios se dedicaban exclusivamente a la crianza de ganado.

Los productores relataron que una señal de que el animal está por morir es que se aleja del rebaño y ya no quiere levantarse. Comentaron que la carne de un animal enfermo no es apta para el consumo.

Cono sur y valles, otras regiones afectadas

Los municipios de la región del cono sur y de los valles son los afectados por la sequía, de acuerdo a un informe preliminar de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Gobernación.

El  jefe de la UGR, Fernando Fernández, dijo que hace dos meses se activó un plan de contingencia y que se entrega ayuda a los municipios de forma paulatina.

Precisó que, a través de la  Secretaría de Medio Ambiente, se dotaron tanques de agua  y politubos.

 Acotó que se apoyará a los productores con insumos mediante la Secretaría de Desarrollo Productivo y Economía Plural.


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