Evo reactiva sus críticas. Cuestiona que la Policía Boliviana haya dado por perdido el celular del principal implicado. En el MAS creen que fueron “mamadas” las pruebas de polígrafo. Expertos piden no politizar este caso y exigen una investigación objetiva
No estuvo en el país durante la pasada semana, pero ayer reapareció para ofrecer su respaldo a las familias de los tres policías, uno de ellos voluntario, que fueron ejecutados el 21 de junio en el municipio de Porongo. El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, indicó que aún no hay evidencia para investigar a Misael Nallar, el principal sospechoso de este crimen, por el delito de narcotráfico.
Estas explicaciones no convencieron, sobre todo al jefe de su partido, Evo Morales, quien ayer expuso sus dudas sobre el operativo que hizo la Policía y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) para poder dar con el principal sospechoso del crimen.
La postura del expresidente fue respaldada por varios de sus seguidores que cuestionan al ministro Del Castillo. Opositores y expertos también expresaron sus dudas sobre la forma en la que actuó el Gobierno en este caso.
Por ejemplo, el diputado Héctor Arce (MAS), alineado con el ala evista de su partido, fustigó a la Felcn a raíz de este caso. “Hay ciertas cosas que no cuadran y que no están bien. Aparentemente, tenemos la sospecha de que aquí hay alguien que está metido hasta las patas. Así de claro, hay alguien aquí que está encubriendo, está protegiendo y en su momento se tendrá que informar al pueblo boliviano”, afirmó Arce.
Además, consideró que las pruebas de polígrafo que se aplicaron en la Felcn para cambiar al personal de esa entidad “resultó ser una vil mamada”. Esa fuerza policial ayer anunció el cambio de todo su personal en Santa Cruz.
La pasada semana, otras voces de ese sector masista pidieron la cabeza del comandante Aguilera y pusieron, nuevamente, en la mira al ministro Del Castillo. Pero hay legisladores como Jerges Mercado (MAS) que ayer destacó la reacción policial en este caso, aunque urgió una investigación.
Las explicaciones
“Lo único que hemos encontrado (en Nallar) es su participación en la comisión de tan luctuosos hechos”, señaló esta autoridad a los periodistas tras un acto político que ayer tuvo lugar en La Paz.
Del Castillo participó del acto de homenaje por el 43 aniversario de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb). A ese evento asistió el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca, pero no estuvo Morales.
El ministro admitió, en ese contexto, que las fuerzas policiales “han encontrado bienes inmuebles de elevadísimo valor” en poder del encausado. Por eso, dijo Del Castillo, la investigación también apunta a establecer el delito de “legitimación de ganancias”.
La Policía allanó el 22 de junio la hacienda La Bendita y arrestó a varias personas en el lugar. La propiedad, ubicada a 240 kilómetros al norte de Santa Cruz, cuenta con una laguna artificial, una colección de animales silvestres y aves exóticas, además de 150 cabezas de ganado y una lujosa residencia.
“Hasta este momento no hemos encontrado sustancias controladas o algún elemento de convicción suficiente para vincularlo al tema de narcotráfico. No obstante, las investigaciones continúan. Esta es una investigación preliminar y mientras vayan avanzando y encontramos elementos que vinculen a esta persona a hechos de narcotráfico el Ministerio de Gobierno se va a constituir en parte”, explicó el ministro de Gobierno.
El comandante general de la Policía, el general Jhonny Aguilera, destacó la efectividad de la Policía durante la operación que permitió dar con el principal sospechoso, pero afirmó que no tenía antecedentes. Eso sí, indicó que el asesinato se produjo con armas de uso militar que estaban en posesión de los supuestos asesinos, dos de ellos de nacionalidad colombiana que no contaban con registro migratorio de ingreso.
Aguilera admitió, luego, que Nallar se entregó por efecto “de la presión” que activó la Policía sobres sus bienes y familiares, aunque aclaró que su autoridad no se hace cargo de las actividades de Felcn, puesto que esta dependencia está vinculada con el mando político del Viceministerio de Defensa Social que depende del Ministerio de Gobierno.
Jaime Mamani, la principal autoridad de esa entidad estatal, destacó, tal como lo hicieron Aguilera y Del Castillo, la efectividad de la Policía cuando dio con el principal sospechoso del crimen que se produjo en la zona del Urubó, cerca de la comunidad El Cuchi, del municipio de Porongo. “Ahora la investigación está en manos de la Fiscalía”, afirmó tras ser consultado sobre las razones por las que no se incluyó el delito de narcotráfico en las pesquisas.
Evo Morales tiene más evidencias, pero también muchas dudas sobre este caso que conmocionó al país. “Debemos preguntarnos, por ejemplo, cómo es posible que ese señor Nallar, al día siguiente del asesinato, viaje de El Trompillo hasta San Joaquín y luego vuelva. Cuando yo viajo del hangar de Chimoré, viene Umopar, vienen con perros, es su tarea, que nos controlen. Pero sin control (Nallar) viajó y eso levanta mucha sospecha. ¿Para qué ha viajado? No entiendo. Las autoridades tienen que explicar”
EL DEBER reveló, en su edición del 23 de junio, que el presunto asesino de policías salió de la zona del Urubó para trasladarse a “una población en el Beni” a pesar de los controles que dispuso la Policía. La principal conexión entre Santa Cruz de la Sierra y Porongo es un puente sobre el río Piraí. El reporte de este medio, basado en fuentes policiales, señaló que Nallar se entregó y este hecho fue corroborado por el comandante general de la Policía, Jhonny Aguilera.
“Dijeron que no tiene celular, que ha hecho perder su celular. ¿Dónde está su celular? Con quiénes hablaba. Comentan que es con un capitán y han hecho desaparecer su celular. (Debe haber) una profunda investigación y levanta mucha sospecha y algo está pasando en la Policía. Sería importante que la justicia boliviana, de oficio, (active) no solamente un proceso por asesinato, sino por narcotráfico. Eso se ignora hasta este momento”, afirmó el jefe del MAS, quien no bajó los cuestionamientos a la gestión del ministro Eduardo Del Castillo.
Nallar es yerno de Einar Lima Lobo, un ciudadano boliviano que cumple una sentencia de 14 años en Brasil por tráfico de drogas. A mediados de 2021 fue extraditado a ese país, donde la justicia estableció vínculos con el Primer Comando de la Capital (PCC), el cartel que tiene presencia en varios países sudamericanos.
“Pero no solo es yerno del señor Einar Lima Lobo. También un sobrino de él cayó con un sobrino de Jeanine Áñez en Brasil con más de 400 kilos (de cocaína). También es sobrino del señor Carlos Valverde y esto no significa que ellos estén implicados en la comisión de algún delito. Sabemos quiénes son este grupo de personas y lo que estamos buscando son los elementos suficientes y necesarios para poder iniciar las investigaciones correspondientes”, respondió Del Castillo a las sospechas que se generaron respecto a este caso y anticipó que la Policía se desplazó a varias regiones del país para continuar las investigaciones. Reveló que se hace el microaspirado en los bienes y vehículos de Nallar para establecer residuos de droga.
“Lo que ha pasado ha sido muy grave y, más allá de la pugna política, hemos sido testigos de una humillación a la Policía que no se había visto antes, además de la pérdida de la institucionalidad que se agrava con la actual crisis de la justicia”, sostuvo la jurista Rebeca Delgado, expresidenta de la Cámara de Diputados.
La criminóloga Gabriela Reyes consideró que la vinculación de este caso con el narcotráfico es muy evidente. “Solo se puede tener antecedentes de narcotráfico si los ven agarrando la droga y uno sabe que en la cadena del narcotráfico está la gente que maneja la plata, la que dirige; existen muchos roles en las organizaciones”.