Cepal revela los preocupantes datos sobre el crecimiento del hambre en América Latina y el Caribe

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El aumento de los precios de los alimentos, la pobreza extrema y las restricciones comerciales, son algunos de los factores que ponen en riesgo la seguridad alimentaria de la región.

El número de personas que padecen hambre en América Latina y el Caribe aumentó en 13,2 millones en 2021, y alcanzó a 56,5 millones de personas, reveló un reporte publicado este martes por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

La cifra supone un aumento del 8,6 % con respecto al valor registrado en 2019, afectando sobre todo a comunidades rurales donde el 44,3 % de la población vive en situación de pobreza extrema.

Además del aumento del hambre, 267,7 millones de personas –que corresponde al 40,6 % de la población regional– experimentaron inseguridad alimentaria severa o moderada en 2021. Esta tasa es superior a la media mundial, donde 29,3 % de la población se encuentra en esta situación.

Los factores detrás del hambre

Los organismos internacionales explican que el incremento de la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe es producto del alza en los precios de los alimentos, las políticas inflacionarias adoptadas por los Gobiernos regionales y las restricciones a la producción y al comercio a nivel mundial.

De acuerdo con el reporte, el aumento promedio del índice de precios de los alimentos a nivel regional alcanzó un 11,7% en septiembre de 2022, con respecto al mismo mes del año anterior, en tanto que al noveno mes de 2022, la inflación general anual de la región se posicionó en 7,1 %.

«El incremento de los precios de los alimentos aumenta el riesgo de inseguridad alimentaria porque los hogares de menores ingresos sufren más el impacto de la inflación», explicó el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, durante la presentación del reporte.

Además de estos factores, el informe también menciona a la crisis climática, el limitado acceso de los agricultores locales a fertilizantes y a los conflictos globales, como el de Ucrania y la pandemia por covid-19.

¿Qué se puede hacer?

Para revertir la situación, los organismos destacan que es necesario que los Gobiernos sigan implementando esquemas de protección social, se establezcan y fomentan programas de alimentación y de producción agrícola para la subsistencia, además de que se otorguen financiamientos y subsidios a los campesinos para la adquisición de fertilizantes.

Asimismo, el reporte propone que se eviten y negocien las restricciones al comercio internacional de alimentos y fertilizantes, que se pacten precios límite a la canasta básica de alimentos y que se busque transitar hacia una agricultura más sostenible, fomentado prácticas de adaptación e invirtiendo en la capacitación de los campesinos.

Bajo el actual panorama, sin embargo, la CEPAL, la FAO y el PMA pronostican que el número de personas en situación de pobreza extrema en América Latina y el Caribe aumentará 0,2 puntos porcentuales en 2022, alcanzando a 81,8 millones de personas.


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