Misael Nallar, por orden de un juez, será trasladado de Chonchocoro a Palmasola

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En menos de 24 horas el juez Freddy Coronel favoreció al recluso. Fiscalía fundamentó que Nallar arrancó el DVR de las cámaras de seguridad para borrar evidencias. Tampoco presentó su teléfono, dice que lo perdió por estar ebrioCapturagg

Un viraje de película tuvo anoche el destino del procesado Misael Nallar. Al finalizar el sábado, el juez séptimo de sentencia Freddy Coronel favoreció al recluso Nallar en tiempo récord con una acción de libertad y violación al juez natural. El acusado de cometer un triple asesinato a policías en Santa Cruz, será regresado al penal de Palmasola, cuando ya había sido trasladado ayer en la tarde al penal de máxima seguridad de Chonchocoro en La Paz. Mientras tanto los reclusos a través de sus representantes de regencia emitieron un voto resolutivo rechazando el ingreso al recinto del acusado de matar a tres policías.

Luego de una maratónica audiencia cautelar de casi ocho horas en un juzgado de La Guardia en Santa Cruz, fue trasladado a la cárcel de Chonchocoro de La Paz Misael Nallar Viveros.

El traslado al penal más seguro del país, se ejecutó después que el juez Rodrigo Vedia ordenara la detención preventiva por 180 días para Misael Nallar Viveros, en Chonchocoro de La Paz, para el abogado Rodrigo Gonzales Arrázola, a El Abra en Cochabamba y para Esteban Beltrán Muñoz de nacionalidad colombiana en Palmasola de Santa Cruz.

Pero el fallo emitido cambió anoche y ahora será devuelto a Santa Cruz. Horas antes la Fiscalía, integrada por los fiscales Luis Alba y Marcos Arce, lo imputara por el delito de asesinato y adjuntará pruebas consideradas fehacientes de su participación en el asesinato contra los policías, Eustaquio Olano, Alfonso Chávez Flores y José David Candia Orozco, voluntario del Gacip.

Sin cámaras ni teléfonos

Durante la audiencia los fiscales Luis Alba y Marcos Arce expusieron que, según las investigaciones, el pasado martes en la ruta a la comunidad El Cuchi, por la zona de Porongo, se registra un triple asesinato. Todo sucedió cuando los policías realizaban patrullajes, observaron que había gente circulando en cuadratracks.

En una intervención, son insultados por sujetos que resultaron ser Misael Nallar, Rodrigo Gonzales Arrázola, el colombiano Esteban Beltrán Muñoz, además de otras personas extranjeras que no fueron habidas.

Los policías, al ser agredidos con piedras, usaron gas para rociar a uno de los ciudadanos que se encontraban borrachos.

Poco después Nallar y otros regresan para luego hacerlos poner de rodillas con las manos abajo, acribillarlos y colocar los cuerpos sobre la camioneta patrullera, exponiéndolos como un ‘trofeo de guerra’ para finalmente escapar.
Los familiares de los agentes victimados fueron representados por un abogado de la Policía y el del Gacip por Joadel Bravo.

En la imputación, los fiscales hacen notar que Misael Nallar, luego de haberse cometido el hecho, se dirige a su taller por la zona del Urubó, abandona el motorizado usado en el hecho y sustrae el DVR de las cámaras de seguridad.
Al mismo tiempo ocultó su teléfono celular, con el argumento que lo perdió. La conducta de Nallar fue calificada como obstaculización al oponerse a entregar su teléfono para la pericia.

Según la Fiscalía, Nallar aseguró que perdió su celular y no recuerda el número porque estaba borracho.

De la misma manera respondieron el abogado Rodrigo Gonzales Arrázola y el colombiano Esteban Beltrán Muñoz. Estos dos últimos aseguraron que no entregaron sus celulares porque también “estaban ebrios”. Cuando Misael Nallar fue convocado a prestar declaración ante los fiscales, optó por el silencio haciendo uso de su derecho constitucional. Sin embargo, al término de la audiencia cautelar, cuando periodistas le hicieron preguntas solo se limitó a responder que se solidarizaba con las familias de las víctimas, pero que en poco tiempo demostrará su inocencia. La esposa de uno de los policías asesinados en audiencia rompió en llanto, se arrodilló ante el juez y clamó justicia, hecho que conmovió a todos los que se encontraban en sala.

El abogado Rodrigo Gonzales Arrázola, de la misma manera, se abstuvo de declarar frente al juez cautelar. El colombiano Esteban Beltrán Muñoz, tras ser detenido por la Policía en una entrevista previa registrada con agentes policiales, dijo que era empleado de Misael Nallar. Aseguró que el día del hecho Nallar estaba descontrolado y que ordenó matar a los policías. Además, que después de la matanza Nallar se hizo rapar la cabeza, se sacó la barba y usando diferentes vehículos se fue hasta el aeropuerto El Trompillo, tomó una avioneta para luego trasladarse a una región del Beni.

Dijo también que Nallar al día siguiente en su nave regresó a Santa Cruz y se entregó a la Policía luego de una negociación.

Sin embargo, ante los fiscales, el detenido Esteban Beltrán cambió su testimonio. Dijo que trabajaba de jardinero para Nallar y que no recordaba nada por estar borrado.

Si bien la Fiscalía presentó pruebas, no adjuntó ningún arma secuestrada a Misael Nallar ni a los otros detenidos. La Fiscalía no recibió esas pruebas de la Policía, pues los investigadores, cuando allanaron la propiedad La Bendita, en Guarayos, hallaron estuches de armas. Pese a esta situación la prueba de guantelete dio positivo en los tres detenidos, lo que significa que dispararon el día del suceso violento.

El presidente y el ministro

El presidente Luis Arce, y el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, se refirieron al caso a través de las redes sociales.
“Los principales sospechosos de las muertes de los policías en Porongo se encuentran aprehendidos y son trasladados a recintos penitenciarios. En el marco del debido proceso. Exigimos trabajar con celeridad hasta esclarecer los hechos, caiga quien caiga, y dar justicia a sus familias”, publicó Arce en Twitter. Del Castillo dijo que no se dejará solos a los familiares de las víctimas.

La hija de Lima Lobo

Las investigaciones sobre el triple crimen siguen adelante hasta encontrar a otros colombianos guardaespaldas de Nallar que son señalados como sicarios que también participaron en la ejecución de los policías.

La Fiscalía ya emitió citaciones, entre ellas contra Fernanda Lima Lobo, esposa de Misael Nallar e hija de Jesús Einar Lima Lobo. De acuerdo con las pesquisas ella también estuvo el día de la matanza en la zona con su esposo, por lo que tendrá que acudir a declarar.

Agresión a periodistas

En las puertas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), el periodista de Bolivisión canal 4 Joaquín Luna y su camarógrafo fueron agredidos ayer por los familiares de Misael Nallar. Su esposa, Fernanda Lima Lobo, estaba acompañada de sus hermanos, que agredieron rociando agua y golpeando la cámara.

Fernanda Lima Lobo justificó al señalar que pedía garantías para su esposo que estaba siendo llevado a Chonchocoro y que es inocente. Otro periodista de canal también fue amenazado por un familiar de Nallar, que le dijo que se cuiden porque no saben con quién se están metiendo y que tienen mucho poder.

Se enfrenta a una pena de 30 años

La defensa de Nallar explicó a EL DEBER que la decisión del juez Rodrigo Vedia Espinoza, del juzgado Público, Mixto, Civil, Comercial, de la Familia e Institución Penal de La Guardia deberá ser revertida en 24 horas para
garantizar que Nallar retorne a Santa Cruz a cumplir su detención preventiva en Santa Cruz lo antes posible.

A 25 kilómetros de El Alto se alza la edificación del penal de
Chonchocoro
, otrora el más seguro del país, pero que ya registró intentos de fuga de internos. Misael Nallar iba a cumplir su encierro con casi medio millar de reclusos, pero ahora por orden de un tribunal regresará a Santa Cruz.

Todos los internos de Chonchocoro cumplen un riguroso procedimiento. Ingresan al pabellón A donde les asignan una celda de aislamiento. Deben permanecer en ese lugar las dos siguientes semanas a su arribo.
Al llegar al penal son rapados y no pueden usar zapatos, les dan
chinelas. Cuando salen a audiencias a los juzgados son llevados
a una celda acondicionada para tal motivo.

El penal de Chonchocoro, supuestamente fue edificado para albergar a los delincuentes más peligrosos y con sentencia; sin embargo, desde hace cuatro
años también recibe detenidos preventivos porque el penal de
San Pedro en La Paz está hacinado y no hay más espacio.

Temo por la vida de mi esposo”, había manifestado Fernanda
Lima Lobo, esposa de Nallar, quien acudió a despedirse hasta la Felcc en Santa Cruz de la Sierra.

Nallar está acusado de ser el principal autor del asesinato de dos sargentos de Policía y un voluntario civil del Gacip.

Según el comandante de la Policía, general, Jhonny Aguilera, este delito es el más gravoso y por el que puede ser condenado a 30 años de presidio. En este caso hay una investigación que se desarrolla para detener a otros implicados.


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