Joven de 24 muere al caer en una máquina trituradora de papas en Brasil

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En Brasil una joven de 24 años murió de la manera más horrenda al caer en una trituradora industrial de papas. Según los informes policiales, Rafaela Alves dos Santos, cayó sobre la cinta transportadora que llevaba papas para cortarlas en chips y fue aplastada por el soporte del motor.

La empresa Bem Brasil Alimentos, que había contratado a Rafaela a través de una empresa externa, dijo que abrió una investigación sobre el incidente.

Cabe destacar, que eRafaela, que provenía de Santa Luzia do Itanhy, en el empobrecido noreste de Brasil, sufrió un traumatismo craneal importante en el dramático accidente laboral.

Momentos antes del accidente, ella había estado separando papas de la materia orgánica en la cinta transportadora. Las papas estaban destinadas a ser convertidas en chips congelados para los supermercados.

Falleció al caer en una trituradora de papas en Brasil

Falleció al caer en una trituradora de papas en Brasil
Foto: Falleció al caer en una trituradora de papas en Brasil /Cortesía

En tanto, un compañero de trabajo que estaba parado a su lado en ese momento contó cómo la cinta transportadora se apagó, pero de repente se encendió automáticamente, llevando a Rafaela a toda velocidad hacia el soporte del motor.

Según los informes, los trabajadores responsables de las operaciones en la fábrica no pueden explicar por qué la máquina se encendió automáticamente cuando lo hizo.

Falleció al caer en una trituradora de papas en Brasil
Foto: Falleció al caer en una trituradora de papas en Brasil /Cortesía

Cabe mencionar que Rafaela se había formado como técnica de enfermería, pero decidió mudarse a Perdizes con su hermana mayor y dos primos en busca de una vida mejor, en el pasado mes de mayo.

Su madre, Carla Cristina Dias Alves, dijo a medios locales: «Ella iba por su futuro, iba por sus sueños, a trabajar en su campo y cuidarme».

Carla agregó: «Rafaela era mi amor. Mis otras hijas estaban celosas, porque teníamos una conexión muy extraordinaria. Era una niña cariñosa, segura de sí misma, a la que le encantaba disfrazarse, comprar zapatos, ropa, perfume».“Todas las mañanas me enviaba un mensaje de texto: ‘Buenos días, mi amor’; agregó la mujer.


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