Cochabamba todavía lucha para salir de la etapa crítica de incendios. El departamento figura en cuarto lugar en cantidad de áreas quemadas a nivel nacional.
Desde enero hasta septiembre de este año, el fuego arrasó con 20.547 hectáreas de vegetación de acuerdo al reporte oficial difundido por el Ministerio de Defensa, aunque no detalla las regiones más afectadas.
La cifra notificada por el nivel central deja atrás las 3.500 hectáreas cuantificadas en 10 meses por la Gobernación.
Mientras la cantidad de superficie quemada continúa en ascenso, el trabajo que realizan los guardaparques, bomberos y voluntarios de diferentes grupos de rescate para controlar los incendios es cada vez más sacrificado y arriesgado por los fuertes vientos.
Una muestra de que la ola de incendios permanece son los tres incendios de magnitud que se registraron ayer en diferentes municipios. Las tres quemas se notificaron en horas de la tarde y se logró sofocarlas en un par de horas, de acuerdo a un comunicado de la Gobernación.
El reporte preliminar refiere que el primer foco de calor se registró en Vacas; el segundo, en Cotapachi, en Quillacollo, y el tercero, en Corihuma, en Sacaba.
La Gobernación desplazó personal de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR)para coadyuvar en la labores de mitigación, añade el comunicado.
El responsable de la UGR de Quillacollo, Edson Villarroel, informó que el viento y las características de la zona dificultaron las tareas de mitigación del incendio forestal en Cotapachi.
“Lamentablemente, el fuego pasó por un sector al municipio de Sipe Sipe donde afecto una granja de pollos”, añadió.
Villarroel dijo que el material vegetal, especies duras y altas, sumado a los fuertes vientos, propagaron rápidamente las llamas.
“Aunque tuvimos colaboración de los voluntarios, hemos tardado en sofocar porque la cisterna también llegó tarde por fallas mecánicas, el lugar donde se inició el fuego era un sector lleno de espinos y con topografía complicada, eso ha limitado el desplazamiento del personal”, finalizó.