El Gobierno nipón ha elaborado unas directrices para turistas, que incluyen la contratación de un seguro médico, llevar mascarilla en todo momento y desinfectarse las manos frecuentemente, entre otras.
Japón reabrió formalmente hoy viernes al turismo tras prohibir durante más de dos años la entrada de no residentes y familiares, en un intento por reflotar su maltrecha industria turística mientras se normaliza la pandemia de la COVID-19.
La entrada estará inicialmente restringida a grupos de turistas que contraten planes de viaje con un itinerario designado a través de agencias registradas en el país, y que procedan de 98 territorios catalogados por las autoridades niponas como de riesgo epidémico bajo, entre ellas Estado Unidos, Reino Unido, España, Corea del Sur o China.
La reapertura efectiva al turismo del país asiático entra en vigor después de que el pasado día 1 Japón duplicara el número de llegadas diarias autorizadas hasta 20 000 personas, e implementara una relajación de sus controles fronterizos que eximen a buena parte de los llegados de someterse a una PCR al llegar y a cuarentena.
El Gobierno nipón ha elaborado unas directrices para turistas, que incluyen la contratación de un seguro médico antes del viaje, que se haga cargo de los gastos médicos en caso de contraer la COVID-19, llevar mascarilla en todo momento y desinfectarse las manos frecuentemente.
Las agencias se encargarán de tramitar los visados turísticos (Japón mantiene suspendidos sus acuerdos bilaterales de exención de visados para estancias cortas) y actuar de garantes. Llevarán un registro de los recorridos, incluidos los lugares visitados y donde se sentaron en el transporte público, ante posibles contingencias.
En el caso de que una persona del grupo dé positivo a la COVID-19, se le trasladará a un centro médico y tanto él como sus contactos cercanos verán concluida su visita. También podría cancelarse el viaje para los visitantes que se salten las normas establecidas.
Expectativas
Pese a la reapertura formal del turismo, es previsible que Japón tarde un tiempo en abrir sus fronteras a turistas individuales y a la libre circulación de pasajeros, pues el Gobierno mantiene una postura estricta por el temor a un resurgimiento de los contagios, especialmente de cara a una importante cita electoral en julio.
Japón se había propuesto atraer a unos 40 millones de visitantes para 2020, cuando iban a celebrarse originalmente los Juegos Olímpicos de Tokio, que se aplazaron durante un año por la COVID-19.
El país recibió 4,1 millones de visitantes en 2020, tras los más de 31,8 millones de un año antes, según datos publicados por la Oficina Nacional de Turismo de Japón (JNTO).
En 2021 el número de extranjeros que llegaron al país, y que presumiblemente eran residentes o nuevos residentes, dado que en principio eran los únicos que tenían permitido entrar entonces, fue de 245 862 personas. (EFE)