Cada perro tiene un comportamiento diferente mientras libera el intestino, algunos incluso dan varias vueltas en el mismo sitio antes de comenzar.
La salida con tu perro al parque puede ser muy divertida y relajante. Te permite estar en contacto con él, observarlo y afianzar aún más la conexión entre ambos. Pero hay un momento muy particular en el que esa conexión es todavía más fuerte: el momento de hacer caca.
Aunque los perros ya no estén sometidos a los peligros de los depredadores, siguen conservando ese «estado de alerta».
Además, para conseguir defecar u orinar, el perro debe adquirir una posición específica con su cuerpo y emplear cierto grado de esfuerzo. Esto implica que todos sus sentidos no podrían estar puestos en el entorno como de costumbre, lo que los hace sentir vulnerables.
Esta es una de las razones por la que los perros suelen buscar lugares reservados y poco expuestos para dejar allí sus deposiciones. Sobre todo, ocurre en el caso de perros inseguros. Solo algunos perros muy seguros de sí mismos no buscan lugares escondidos para defecar y utilizarán las heces como una forma más de marcaje.
En definitiva, si tu perro te mira mientras defeca es porque tu presencia le ayuda a sentirse más protegido y menos vulnerable a las posibles amenazas del ambiente externo. El perro sabe que tú estás ahí para vigilar el entorno y eso le da seguridad y tranquilidad.
En ningún caso el perro siente vergüenza por hacer caca delante de nosotros, como muchas personas piensan. Según Experto Animal, el sentimiento de vergüenza y la concepción de que las necesidades fisiológicas como algo privado son conceptos creados por los seres humanos.
¿Y porqué dan tantas vueltas?
Hay algunas teorías al respecto, más o menos conocidas. Puede ser una estrategia adoptada por los perros para aplanar la hierba y preparar el suelo con el fin de crear un rincón agradable. Pudiera ser que estén alejando obstáculos molestos como ramas u hojas.
Otras hipótesis asocian el comportamiento con un instinto protector, de vigilar el entorno en busca de depredadores antes de exponerse y ser vulnerable a los peligros en un momento tan delicado.
Sin embargo, un artículo científico de la revista Frontiers in Zoology lo atribuye a un origen más complejo. Dice que los giros que realizan los perros parecerían tener una correlación con el campo magnético terrestre y, en concreto, sería un intento de calibrar la posición del cuerpo.
Este fenómeno, conocido como magnetorrecepción, es común en el reino animal, especialmente en las aves, que utilizan los polos magnéticos para orientarse y recorrer largas distancias durante sus migraciones.
En el caso de los perros, parece que prefieren una eyección alineada a lo largo del eje norte-sur en condiciones de campo magnético estable, pero cuando este último está sujeto a turbulencia, los perros dan vueltas en círculos sin elegir una dirección específica.