Después del éxito en la Expocruz, la marraqueta será comercializada en Santa Cruz

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“Cerré un contrato con una señora que tiene una tienda entre el quinto y sexto anillo, pero que la debe adecuar para la venta del pan de batalla, que tanto ha gustado a la población cruceña y que lo ha demostrado con las grandes filas que hacían cada día, esperando llevarse al menos 20 marraquetas en la Expocruz”.Expocruz: en 7 días se triplica la venta de la marraqueta paceña - La Razón  | Noticias de Bolivia y el Mundo

La marraqueta, que empezó a ser comercializada “con miedo” en el primer día de la Expocruz y que terminó como el producto estrella del mayor evento de negocios del país, será vendida a diario en el quinto y sexto anillo de la capital cruceña, después que será transportada vía área desde La Paz.

“Cerré un contrato con una señora que tiene una tienda entre el quinto y sexto anillo, pero que la debe adecuar para la venta del pan de batalla, que tanto ha gustado a la población cruceña y que lo ha demostrado con las grandes filas que hacían cada día, esperando llevarse al menos 20 marraquetas en la Expocruz”, informó Gery Quispe a la Agencia Municipal de Noticias.

La noche del 16 de septiembre las 3.000 marraquetas fueron vendidas en un poco más de una hora, al día siguiente fue transportados 5.000 unidades, luego seis mil y siete mil hasta el pasado jueves 22; en los últimos tres días de la Expocruz, cada noche fueron comercializados 14 mil y sin atender a todos quienes hacían la larga fila en el pabellón “La Paz en paz”.

“Al principio fuimos con miedo llevando 3.000 unidades y fue grande mi sorpresa al ver que la gente empezó a hacer fila y a pedir más y más, hasta el punto que muchos se quedaron sin su marraqueta, lo que me hizo doblar la cantidad para el sábado (17) y lo mismo el domingo (18), y el siguiente domingo (25) se vendieron 14.000 unidades”, dijo Quispe.

Quispe explicó que la falta de pan en cada jornada lo animó a cerrar el negocio con Helen Verástegui, quien se comprometió a amoblar su tienda, ubicada en la calle Carmen en la zona Los Tusequis, entre el quinto y sexto anillo, para iniciar la venta del pan de batalla la siguiente semana.

“Sabemos que esto fue un éxito, ya tengo muchas citas para entrevistas en los medios de comunicación y la señora de Santa Cruz también, así que creo que está bien planificada la venta y el negocio de las marraquetas que hicieron revolución en Santa Cruz”, dijo.

Quispe agregó que, si la demanda es tan grande como en la Expocruz, se analizará cómo aumentar la producción y el envío de las marraquetas, además de identificar los días de mayor venta entre otros aspectos que supone “exportar” el producto paceño a tierras cruceñas.

“En cuanto al precio del pan, lo discutiremos en una reunión por zoom porque debemos determinar los costos y también analizar cómo será el pago del transporte aéreo porque la idea es que la marraqueta sea fresca y que llegue en el día”, explicó.

Quispe afirmó que su familia y abuelos elaboran pan desde el siglo pasado. “Mi familia es panadera, mis abuelos iniciaron con un pequeño horno en la Av. Vásquez, luego se trasladaron a Achachicala a un lugar más amplio, y le enseñaron a mi mamá y a mis tías, luego mi mamá se casó y mi papá aprendió a hacer pan, se independizaron y se compraron una casa más grande en el Plan Autopista, al fondo de Emavías, en la parte de arriba, porque la casa tiene que tener horno y ahora elaboran desde hace más de 15 años, se dedican a hacer 7.000 unidades cada día y los venden en su puesto”, relató.

Quispe dijo que su padre trabaja en la elaboración del pan junto a cinco ayudantes quienes ingresan al horno a elaborar a las 02:00. La masa es colocada sobre el ladrillo del horno precalentado y no en una bandeja de lata. A las 06:00 es llevado “calientito y crocante” en canastas al puesto de venta en la Vita, donde la mamá de Gery comercializa.

“Estamos bien organizados, mi papá es el que lidera el grupo de los panaderos con cinco ayudantes; utiliza harina, azúcar, sal, levadura, agua tibia y algunos secretos, preparan la masa para meterla en el horno que se lo calienta media hora antes; la masa necesita media hora para que madure”, dijo Gery, quien desde sus 15 años ha visto a sus padres preparar este crocante pan. Dijo que él y su hermano llevan las marraquetas al puesto de venta donde su madre vende al detalle. También dijo que están atentos a una posible creciente demanda diaria.


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