La exDefensora del Pueblo, Nadia Cruz, afirmó que se va con la conciencia tranquila después de haber asumido el cargo de manera interina por más de tres años en los que fue cuestionada por su cercanía con el gobierno de Evo Morales y de Luis Arce.
«Me voy la conciencia tranquila, mi militancia política siempre ha sido con los derechos humanos, eso va seguir siendo así y creo que hay que dejarle al nuevo Defensor que desarrolle su gestión» declaró esta tarde después del acto de posesión de Pedro Callisaya, quien asumió las riendas de esa institución.
Cruz estuvo en el acto realizado en la Vicepresidencia y en su alocución indicó que durante el desempeño de sus funciones hizo todo lo que estuvo a su alcance e hizo referencia a la crisis política de 2019.
«Las historias de mis abuelas me habían contado sobre dictadores genocidas y torturadores, nunca había pensado que podían ser parte de mi vida, sin orillarnos por ningún partido político ni medio de comunicación nos vimos en una soledad absoluta» relató en referencia al gobierno de Jeanine Añez, al que el MAS cataloga como «de facto» o «dictatorial».
Afirmó que desde el cargo que desempeñó hizo todo lo que estaba a su alcance y dijo a quienes la critican que «los tiempos son distintos y para hacer hay que estar». «Arriesgamos lo que pudimos y lo hicimos con mucho orgullo, con mucho amor» reforzó.
También dijo que la crisis le hizo comprender que Bolivia «necesita fortalecer su institucionalidad» y que la vocación democrática sea enseñada desde la niñez, «para que esta no sea degenerada por comics, notas, publicidad o fanpage» y planteó que aún falta reconocer que la sociedad es «racista», «discriminadora» y «polarizada».
Luego pasó la posta a Callisaya. Según dijo que deja una institución eficiente que ya no requiere de asesores ni cooperantes.
Cruz asumió la Defensoría del Pueblo después de la renuncia de David Tezanos Pinto en enero de 2019 y evitó una confrontación con el órgano Ejecutivo frente a las vulneraciones de derechos humanos.
Esto le llevó a ser catalogada como proclive al Gobierno y al partido MAS. Durante la crisis política de 2019 dedicó al menos dos informes sobre las víctimas de la violencia y vulneración de derechos humanos en el gobierno de Jeanine Añez; sin embargo, soslayó a las víctimas del gobierno de Evo Morales y su partido.