Erika S. de 34 años, tomó la decisión de asesinar a su pequeña hija de 2 años y 11 meses y luego decidió quitarse la vida lanzándose del noveno piso de un edificio en Santa Cruz, su familia no encuentra consuelo y argumenta que él motivó que la llevó a tomar esta decisión es que sufría maltrato psicológico por parte de su expareja, padre de la niña.
La familia destaca que la joven amaba a su hija, además que siempre velaba por su bien estar y por eso mantenía una relación cercana con su expareja. Era una persona de buen corazón y le gustaba ayudar a las demás personas, pero en su vida personal era una mujer cerrada y no le gustaba divulgar sus problemas y evitaba que los demás juzguen las decisiones que ella tomaba respecto a su expareja.
“Ella era una persona tan buena que ayuda las demás personas, tenía un corazón tan grande que no tenía ningún tipo de odio en su corazón, amaba a su hija, su hija era su adoración. Ella le defendía (a su expareja), ella decía, no se metan, es mi vida y nosotros respetamos su pensamiento y posiblemente nosotros no estábamos tan cerca, ella era una persona muy cerrada, no le gustaba conversar su vida personal, ni divulgarla, odiaban que divulguen su vida, entonces creemos que psicológicamente la haya maltratado (su expareja)”, señaló la tía de Erika.
La tía de Erika relató que su sobrina se enamoró perdidamente de su expareja y que accedía a todo lo que él le pedía, a pesar de no convivir juntos y estar separados desde que ella estaba embarazada, Erika accedía con el fin de evitar más problemas.
Erika era ingeniera petrolera, pero no pudo ejercer su carrera debido a que se mantenía al cuidado de su hija y porque su expareja le decía que ella solo buscaba tener una nueva pareja, es por eso que decide no trabajar para no tener más problemas con el padre de su hija.
“No le dejaba (trabajar) porque la persona era muy posesiva, no podía trabajar porque la amenazaba, la amedrentaba, él le decía que ella estaba buscando otra pareja y mi sobrina no tenía otra pareja, sea dedicado 100% a su hija para no temer problemas con el papa de su hija.
La familia, al ver la situación por la cual atravesaba Erika, se impuso a su relación, le aconsejaban que se aleje de su expareja y trate de rehacer su vida, pero ella se mantenía en continuar o tratar de recuperar su relación. Su tía le aconsejo rehacer su vida, pero ella argumentaba que su hija amaba a su padre y no los podía separar.
La expareja de Erika la amenazaba, según su tía, cuando Erika volvía de conversar con este hombre se encontraba enojada, triste y hasta llegaba a llorar por los problemas que tenía. El que la familia se oponga a esa relación con la expareja de Erika, hizo que ella ya no confíe de sus problemas con su familia.
“Hace dos semanas que converse con ella, ella tenía muchos problemas con su expareja, ellos vivían ya separados, pero siempre tenían arrastrados estos problemas. Como nosotros no estábamos de acuerdo con esa relación y eso hizo que ya no confié en nosotros”, señaló.
La última vez que Erika compartió con sus padres fue el pasado sábado 24 de septiembre, pero según su familia, ella conversó con su expareja el día viernes 23 de septiembre y el mismo sábado. La familia presume que la decisión que tomó Erika fue debido a esa conversación con su expareja.
Erika está siendo velada con su pequeña hija y hoy martes serán enterradas, su expareja fue arrestado por la Policía para que brinde su declaración.
