La votación para decidir si Rusia debe anexionarse cuatro regiones de Ucrania comenzó el viernes, siete meses después de la invasión de las tropas de Moscú.
El cambio en el Estado Mayor se produce en medio de una importante campaña de movilización militar en Rusia y de las dificultades logísticas en el conflicto, en el que Kiev está recuperando cada vez más territorio.
En este sentido, el presidente ruso Vladimir Putin firmó el sábado una ley que endurece las penas por los delitos cometidos en tiempos de movilización militar y que castigará la rendición voluntaria, la negativa a combatir o la deserción con hasta diez años de prisión.
«El general Dmitri Bulgakov fue relevado en sus funciones como viceministro de Defensa» y será sustituido por el coronel general Mikhail Mizintsev, de 60 años, informó el Ministerio de Defensa.
La movilización parcial anunciada por Putin el miércoles será probablemente uno de sus primeros grandes retos logísticos, ya que los cientos de miles de reservistas convocados deberán ser equipados y entrenados antes de su despliegue.
La votación para decidir si Rusia debe anexionarse cuatro regiones de Ucrania comenzó el viernes, siete meses después de la invasión de las tropas de Moscú.
«Los referendos de Rusia son una farsa, un falso pretexto para intentar anexionarse partes de Ucrania por la fuerza, en flagrante violación del derecho internacional», dijo el presidente estadounidense Joe Biden.
Las votaciones incluso provocaron la reacción de China, y su ministro de Exteriores, Wang Yi, dijo a su homólogo ucraniano Dmytro Kuleba que «la soberanía e integridad territorial de todos los países debe ser respetada».
Los referendos se celebran en las zonas controladas por Rusia en Donetsk y Lugansk, en el este, y Jersón y Zaporiyia, en el sur.
Las autoridades irán de puerta en puerta durante cuatro días para recoger votos y los colegios electorales abrirán el martes para que los residentes puedan votar el último día.
«En última instancia, las cosas avanzan hacia la restauración de la Unión Soviética. El referéndum es un paso hacia ello», dijo a la AFP Leonid, un militar de 59 años.
Sin legitimidad
La anexión de las cuatro regiones en Rusia representaría una escalada del conflicto, ya que Moscú consideraría cualquier movimiento militar allí como un ataque a su propio territorio.
Los referéndums se anunciaron justo esta semana después de que una contraofensiva ucraniana recuperara la mayor parte del noreste de la región de Járkov, devolviendo a Kiev el control de cientos de localidades tras meses de ocupación rusa.
El viernes los países del G7 afirmaron que los comicios «nunca» serán reconocidos y que no tienen «ningún efecto legal ni legitimidad».
Por su parte, investigadores de la ONU acusaron el viernes a Rusia de cometer crímenes de guerra en Ucrania, enumerando bombardeos, ejecuciones, torturas y actos de violencia sexual.
Erik Mose, el presidente de la Comisión de Investigación –un equipo creado por el Consejo de Seguridad en marzo– dijo que habían visto pruebas de un «gran número de ejecuciones», así como de violaciones y de tortura de niños.
En la región de Járkov, las autoridades ucranianas anunciaron el viernes la exhumación de 447 cuerpos de un bosque cercano a la ciudad de Izium, retomada recientemente de manos de los rusos.
«La mayoría de ellos tienen signos de muerte violenta, y 30 tienen signos de tortura», dijo el gobernador regional de Járkov, Oleg Synegubov.
El Kremlin acusa a Kiev de fabricar pruebas de supuestos crímenes de guerra.
Putin aseguró esta semana que protegería el territorio ruso por «todos los medios», mientras que el expresidente y actual número dos del Consejo de Seguridad del país, Dmitri Medvedev, señaló que esto implicaría inclusive el uso de «armas nucleares estratégicas».
Algunos, sin embargo, no pudieron evitar la convocatoria como Mijail Suetin, de 29 años, que fue detenido en Moscú en una protesta contra la movilización y poco después recibió una orden para ir al frente.
«Me esperaba los procedimientos habituales: la detención, la comisaría de policía, el tribunal (…) Pero que me digan: «Mañana te vas a la guerra, (…) eso sí que fue una sorpresa», dice.
kg