El padre, tras quitar la vida a su esposa, escribió notas en los que indica a sus hijos el nombre de la persona que tienen que buscar para pedir ayuda.
Dos niños de 10 y 9 años quedaron en la orfandad tras la trágica muerte de sus padres en una habitación de su casa ubicada en la urbanización Copacabana, de El Alto. Según el informe de la Fiscalía, el padre de los menores quitó la vida a su pareja estrangulándola y quemándola, luego él se dejó morir con el humo que se generó por el incendio.
“La señora Luz de 26 años, quien en primera instancia habría fallecido producto de una anoxia anóxica, asfixia mecánica por estrangulación, es decir, que su esposo le habría quitado la vida a esta persona de manera violenta para luego echarle gasolina en su humanidad permitiendo que ella sea quemada, o sea, los rastros que tiene de la quemadura son postmortem”, reportó el fiscal de Delitos Contra la Vida, Edwin Sarmiento.
De acuerdo con el certificado médico forense, la mujer murió por anoxia anóxica, asfixia mecánica por estrangulación, y el hombre por anoxia anóxica asfixia por inhalación de humo.
Uno de los niños declaró, en cámara gesell, que antes del hecho sus padres protagonizaron una fuerte discusión. El padre de familia presuntamente estaba bajo la influencia del alcohol al momento del crimen.
Mientras se desarrollaba la discusión y el macabro crimen en una habitación, los menores fueron encerrados en otro ambiente para que el humo del incendio no les llegue a afectar.
“El papá antes de quitar la vida a su esposa lo que ha hecho es cerrar herméticamente la puerta, imagino que con la intención de que el monóxido de carbono, todo el humo que iba a desprender las quemaduras no les llegue a los niños, es por eso que los niños no han salido afectados por todo lo que se ha realizado en esta habitación”, explicó el fiscal.
Tras quitar la vida a su esposa y prenderle fuego, el sujeto dejó notas cerca de la puerta de la habitación de los niños. En el escrito señaló el nombre de la persona a la que debían buscar tras el suceso.
Los niños acudieron a la persona que su padre les escribió antes de cometer el asesinato y quitarse la vida, quienes intentaron ingresar al cuarto de los progenitores, al no lograrlo, convocaron a la Policía.
Los niños quedaron bajo la custodia de la abuela materna, según el informe policial.
