Las restricciones impuestas mantienen a 21 millones de personas encerradas en sus casas. Los habitantes de Chengdu deben someterse a pruebas de descarte a diario.
La enorme ciudad china de Chengdu extendió el confinamiento por la COVID-19 en la mayoría de su territorio, manteniendo las restricciones que han dejado a gran parte de sus 21 millones de residentes encerrados en casa.
Esta ciudad en la provincia suroccidental de Sichuan se encuentra bajo confinamiento desde hace una semana tras reportar varios cientos de casos.
La medida debería haberse levantado este miércoles, pero el gobierno municipal indicó que «la ciudad entera continuará el asalto para el cero contagio en la comunidad».
«Los frutos de las medidas antiepidémicas en toda la ciudad están empezando a aparecer, pero el riesgo de transmisión todavía existe en algunas áreas», añadió.
Por ello, los residentes en las zonas confinadas se someterán diariamente a test de diagnóstico y cada hogar podrá enviar una persona a la calle para comprar comida y otras provisiones, según el comunicado.
El jueves, la ciudad registró 116 nuevas infecciones locales, de las que más de la mitad no mostraban síntomas, según datos de la comisión provincial de salud.
Confinados en sus edificios, algunos residentes no pudieron salir de sus casas cuando un fuerte terremoto sacudió la provincia de Sichuan a principios de esta semana, explicaron testigos a AFP.
‘Cero COVID’
China es la última gran economía del mundo que todavía busca la erradicación completa del virus en su territorio a base de largas cuarentenas, confinamientos súbitos y cribados masivos.
A pesar del hastío creciente y de los efectos negativos para la economía, las autoridades chinas no dan señales de querer cambiar esta política.
En la ciudad meridional de Shenzhen, capital tecnológica del país, las autoridades redujeron algunas restricciones esta semana tras haber ordenado quedarse en casa a sus 18 millones de habitantes por un brote de la COVID-19.
El país reportó 1 334 nuevas infecciones locales el jueves, la mayoría asintomáticas, según la Comisión Nacional de Salud.
En Pekín, las autoridades han pedido a sus ciudadanos mantener la guardia alta ante un posible repunte de casos durante la fiesta de Medio Otoño, que se celebra del sábado al lunes y es un periodo de viajes y encuentros sociales. (AFP)