Este proceso de carnetización cumplió con el objetivo de ayudar a esta población indígena porque se identificaron varias personas que han estado años viviendo indocumentadas y sin el ejercicio de los derechos fundamentales.
La Paz.- El rostro de la señora Juanita Isa, indígena tsiman de la comunidad Palmira del sector Yacuma, se llenó de alegría al recibir por primera vez su carnet de identidad. Después de 85 años de vivir indocumentada, pudo materializar su deseo de estar dentro del sistema y registro nacional. Así como ella, generaciones de bisabuelos, abuelos, madres e hijos que han vivido sin documentación e identidad boliviana, ahora gozan de ese derecho.
Esto fue posible gracias a la campaña de carnetización 2022 que realizaron del 29 al 2 de septiembre el Servicio de Registro Cívico (SERECI) y el Servicio General de Identificación Personal (SEGIP) en poblaciones indígenas del territorio tsiman, Sector Yacuma, Beni.
“Aunque nos ha costado harto, gracias a Dios nos hemos documentado los que no estábamos reconocidos. Ahora nos van a tomar en cuenta. Muchas personas mayores de 70 años han logrado tener su carnet, se han alegrado porque nunca han podido conseguir ese documento”, manifestó Wilmar Merena, comunario.
Este proceso de carnetización cumplió con el objetivo de ayudar a esta población tsiman porque se identificaron varias personas que han estado años viviendo indocumentadas y sin el ejercicio de los derechos fundamentales que el carnet de identidad brinda. Por tanto, indígenas que han estado tantos años invisibilizados y viviendo la vulneración de sus derechos ahora cuentan con identidad boliviana.
“Quiero resaltar el compromiso de nuestros hermanos indígenas tsimanes que han venido desde tan lejos, algunos a pie por el difícil acceso a sus comunidades, pero han respondido y participado activamente de este proceso. Hay gratitud y reconocimiento al trabajo que ha hecho el SERECI y el SEGIP, dado que han hecho un esfuerzo grande al trabajar y hacer posible que nuestros hermanos puedan documentarse”, expresó la hermana Gladys Montecinos, religiosa que realiza su misión en este territorio.
Sin embargo, asegura la religiosa, aún falta un grupo de comunidades por carnetizar, pero ya sería un grupo menor, pues en el lapso de esta campaña se logró atender a comunidades lejanas y numerosas. Se espera que en la segunda fase de la campaña se alcance a la totalidad de las comunidades con personas indocumentadas.
“No se puede permitir que a estas alturas de la vida haya personas indocumentadas que son altamente vulneradas como sucede en el sector Yacuma, creo que es necesario resaltar que tenemos un enorme desafío de reconocer y valorar el derecho de los pueblos indígenas que son valorados y amparados por la constitución, pero a veces en la práctica no se cumple”, concluyó Montecinos.
Asimismo, Montecinos señaló que existen casos en que la población tsiman sufre las consecuencias de la indocumentación al vivir en comunidades que no tienen registro como la comunidad de Río Grande, esto ocasiona que alcancen documentación solo si se registran desde otra comunidad y no desde su lugar de origen.
Entre las instituciones que apoyaron también esta campaña se encuentran la Red eclesial Panamazónica (REPAM- Bolivia), y la Fundación Tierra, que colaboraron con transporte y alimentación para que los indígenas tsimanes lleguen hasta la ubicación de las brigadas de carnetización.