A diferencia de los alcaldes de las ciudades más grandes, Copa decidió apoyar que el Censo de Población y Vivienda se lleve adelante el 2024.
“Tenga en cuenta presidente y quiero ser clara y enfática en esto, los alteños no vamos a permitir que desestabilicen a nuestro gobierno porque aquí, en El Alto, nuestro presidente Luis Arce ganó con el 77,7%”. Con esas palabras, el 15 de agosto del 2021, la exsenadora del Movimiento Al Socialismo (MAS) y actual alcaldesa, Eva Copa, expresaba su respaldo al mandatario y abría una relación franca y de coordinación con el gobierno central.
Elegida por amplia mayoría, Copa enfrentó problemas con la agrupación Jallalla, con la que llegó a la silla edil. Ya no cuenta con la comodidad que le permitían los ocho de 11 concejales posibles. Pero además, hoy enfrenta la oposición del llamado MAS radical, esa corriente que apoya a Evo Morales, quien huyó del país en la crisis de noviembre de 2019. El ataque más reciente lo recibió del viceministro de Gestión Gubernamental, Gustavo Torrico, quien dijo que “si fuéramos tan comprometidos con el MAS esa loca no sería alcaldesa de El Alto”. Hoy Torrico afronta un proceso por acoso político por esas aseveraciones.
A diferencia de los alcaldes de las ciudades más grandes, Copa decidió apoyar que el Censo de Población y Vivienda se lleve adelante el 2024, con el argumento de que es parte de la Asociación de Gobiernos Autónomos Municipales del Departamento de La Paz. “Es imposible adelantar el Censo de acuerdo a los informes que nos dio el INE, sería irresponsable imponernos o ir con caprichos sabiendo que no se tiene los mecanismos”, declaró Copa hace unos días.
En ese marco, la mesa técnica que el INE llevó adelante en El Alto concluyó con el respaldo del municipio alteño y el de los rurales al cronograma del gobierno para que el Censo se realice el 2024. E incluso, Copa fue hasta el diálogo de la mesa técnica en La Paz para expresar su apoyo al cronograma.
“No nos quieran meter en una bolsa y tergiversar. La relación con el Gobierno y las reuniones, claramente se tiene que trabajar entre autoridades municipales y el Gobierno central para traer más proyectos a nuestras ciudades y tener mejor coordinación. No soy la única que ha apoyado esto, lo hemos aprobado en consenso con todos los alcaldes”, subrayó.
Sin embargo, el dirigente de una de las Federaciones de Gremiales de esa urbe, Toño Siñañi, la alcaldesa alteña, “juega sucio contra El Alto”, por respaldar decisiones que responden a la línea gubernamental y al Movimiento Al Socialismo (MAS), sin haberla consensuado con las organizaciones sociales que piden que la consulta nacional se realice el 2023.
“Eso no quiere decir que seamos del MAS. Hay gente que está tratando de politizar este tema, un Censo forzado no es bueno, el Censo 2012 fue cuestionado. Lo que nos interesa a nosotros es que sea técnico, transparente, consensuado y no político”, remarcó Copa, quien abogada por mejores recursos para El Alto, como consecuencia del incremento poblacional alteño.
Los detractores
A mediados de junio, una protesta de los padres de familia de El Alto se radicalizó al punto de que funcionarios ediles fueron retenidos por una noche en Jach’a Uta.
Elvin Linares, vocero de la alcaldesa, asegura que la gestión municipal es atacada por los grupos radicales que responden al exministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana y el mismo líder del partido azul, Evo Morales.
“Quintana sabe que el MAS perdió la ciudad de El Alto y busca de toda forma recuperar ese apoyo, esa militancia que antes tenía, ¿cómo lo hace?, atacando a nuestra alcaldesa y a través de sus operadores en el Concejo Municipal, no solo del MAS, sino de Jallalla, que tiene como líder a Leopoldo Chui”, advierte el secretario Municipal de Gestión Institucional, Rudy Balladares.
El 12 de agosto, Linares acusó a Quintana y a la misma concejala y exministra de Culturas de El Alto, Wilma Alanoca, de realizar “operaciones internas”, para desprestigiarla y desacreditar su gestión, apoyado por padres de familia y vecinos que a título de demandar obras para esa urbe, quieren ver a Copa fuera de la alcaldía.
“Somos exmasistas y sabemos cómo operan y los ataques vienen desde el Chapare cochabambino, el señor Evo Morales. En ese sentido, hay un plan de desestabilización que se trata de ejecutar contra la alcaldesa Eva Copa. La acción del señor (viceministro) Torrico no es casual, es premeditada, hay un plan de desprestigio contra los nuevos líderes”, resaltó.
Pero no son solo ellos los que golpean a Copa, asegura Linares. En la Asamblea Legislativa están los diputados Juanito Angulo y Bertha Acarapi, esta última de una línea más dura como la que representa Evo Morales.
Otros que fueron identificados por los ataques contra la alcaldesa Copa son Evaristo Cruz y Ruddy Luis Alberto Llampa, ambos dirigentes de la Coordinadora de Padres de Familia de El Alto.
“Ellos provocan convulsión y bloqueos en esta urbe. Además, se quiere convertir el llamado Cuartel General, que está constituido por gente del MAS en una organización cívica, para continuar confrontando y detractando la gestión de la alcaldesa”, alertó Linares.
Y hace unas semanas, Copa criticó a Morales, luego de que éste dijo que no se siente la gestión económica: “Lamentable, que se olvide el señor Morales que el presidente Arce fue su ministro de Economía y que gracias al modelo económico que él implementó, Morales tuvo estabilidad económica, política y social”.