El andinista tenía bastante experiencia en escalar, pues hace seis años empezó en esta profesión y en la pandemia se dedicó a tiempo completo a esa actividad, según grupo de rescate SAB.
Luis Valencia, de 28 años, se propuso escalar todas las cumbres del nevado del Illimani, con el objetivo de ser guía. Pese a que tenía experiencia en el alpinismo, un trágico accidente truncó sus sueños, afirmó Javier Thellaeche, del cuerpo de rescate Socorro Andino Boliviano (SAB).
“Él iba a hacer todas las cumbres. Es un trabajo durísimo, se lo hace en tres días o más. Tienes que dormir dos noches a más de 6.000 metros. Luis tenía experiencia desde hace años para hacer montañismo”, afirmó Thellaeche, en contacto con Red Uno.
Luis tenía bastante experiencia en escalar, ya que hace seis años empezó en esta profesión. Durante la época de la pandemia se dedicó tiempo completo a escalar los nevados. Subió el Ancohuma, el Illampu e hizo la ruta directa de la “cabeza de cóndor”, el Condoriri, detalló el rescatista.
Relató que Luis y Javier Aliaga, de 19 años, habían decidido escalar varios picos del Illimani en la denominada Ruta Integral, la más complicada, que incluye los picos norte, central y sur. Aliaga actualmente está fuera de peligro.
Su plan era empezar por la parte norte, subir dichos picos y descender hasta el campo Nido de Cóndores. Es una travesía que sólo la realizan los apasionados del andinismo.
Ambos comenzaron su escalada el 26 de agosto, como parte de sus prácticas para ser guías, porque lo veían como un trabajo a futuro, incluso pasaron la noche en un campamento, soportando temperaturas mínimas.
“Implica un trabajo duro físico, pero el viaje es espiritual. Hay un respeto muy fuerte hacia las montañas, que son como dioses que te pueden proteger y puedes sobrevivir”, describió Thellaeche al medio televisivo.
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Thellaeche fue quien recibió la primera alerta del accidente a las 5.30 del sábado. La ruta se había tornado difícil y de muy peligroso acceso, por ello Luis y Javier habrían decidido retornar.
“(En invierno se forman) paredes verticales, grietas profundas y glaciares bien técnicos, que mucha gente ni escala. Es lo que llamamos ‘penitentes’ y estaban regresando. Habían reconocido que estaba muy duro e iban a volver, ahí se resbalaron. Era una grieta, con tan mala suerte que Luis cayó de cabeza y su amigo cayó un poco más arriba, su mochila le ayudó a amortiguar el golpe”, afirmó.
El rescate del cadáver de Luis duró 19 horas.