La situación del consumo de lácteos en Argentina se torna crítica, con proyecciones que indican que 2024 podría ser el año con el menor consumo de lácteos registrado. Según Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de Buenos Aires, el aumento constante en los precios de la leche está afectando gravemente la demanda.
El primer semestre de 2024 hubo un retroceso alarmante en el consumo de lácteos, con una disminución del 17,3% en toneladas y del 14,4% en litros en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esto se traduce en un consumo anualizado per cápita de 156,3 litros por habitante. La cifra es notablemente inferior a los 194 litros que se registraron al cierre de 2023.
Además, un informe del Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino resalta que “la gente consumió menos y optó por productos más económicos”, señalando que en junio se acentuó esta tendencia, incluso para los productos más asequibles.
Fernando Savore, atribuye esta caída a los aumentos drásticos en los precios de los lácteos. Estos escalaron 45% entre enero y febrero y un impresionante 80% hasta julio.
“En diciembre, un sachet de leche costaba 600 pesos (menos de tres dólares), y ahora se vende a 1300 pesos (10 dólares al cambio no oficial). Muchas familias han dejado de priorizar esta compra esencial, que es vital para alimentar a los niños“, advirtió Savore.
Por otra parte, el consumo de quesos, que representa el 60% del consumo total de lácteos en el país, experimentó una caída en los últimos meses. En este sentido, se conoció que, en junio, se registró una disminución del 18% interanual en toneladas. El descenso se traduce en una reducción acumulada del 11% durante el primer semestre del año.
